Sala llena y mucha emoción, el público se fué felíz y nos llenó de risas, de aplausos y de comentarios como "se me puso la piel de gallina en el grito de Francine" o " no creí que también me iba a emocionar".
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A Marcelo Farías y Emiliano Urdinola que aportan su arte en diseño, dibujos y voz. A Lucila Ruiz, la escritora, por soportar nuestras propuestas constantes y cambios abruptos durante todo el proceso de escritura. A Barbara Zezza, que nos acompañó durante buena parte del proyecto aunque finalmente no pudo estar sobre el escenario, por su alegría y predisposición. A Victor Hugo Morales por su gran amabilidad y entrega. Al Maestro Jorge Dragone, por aconsejarnos musicalmente. A La confitería La Puerto Rico, por todo lo rico, la buena atención y el amor con que nos tratan a diario. A nuestros maestros y maestras y a todos los artistas que dejaron y dejan huella en nuestra existencia. Y a nuestras familias, parejas y amigos por acompañarnos y soportarnos en este largo y muchas veces delirante camino que hace ya casi tres años empezamos a recorrer y con gran alegría llamamos Margot.